Todos los miércoles... CONTRA LA PEINETA!!!
miércoles, 3 de diciembre de 2008

Laura

· (19/07/2007). El Atlético de Madrid se queda sin referentes, ya que, primero se produjo la marcha al Liverpool de Fernando Torres y ahora la venta del Calderón. La dirección del club ha presentado al Ayuntamiento tres proyectos para vender el estadio. El último de ellos, en el que ahora se trabaja tras el rechazo de los dos primeros, contempla la construcción de cinco torres, la más alta de 17 pisos. La cervecera Mahou, vecina del club, y éste exigían una edificabilidad a sus 92.297 metros, pero el municipio consideró que así no quedaba garantizada una "adecuada calidad y correcta integración en el entorno urbano". La idea original era levantar 2.200 pisos. Ahora se barajan unos 1.600.
La deuda del club asciende a 440 millones y el proyecto actual le reportaría 120 millones. Las elecciones autonómicas y municipales del pasado mayo paralizaron el futuro inmediato del Calderón. Pero las intenciones iniciales que manejaron en los despachos del Calderón (una superficie de 31.046 metros cuadrados) y la cervecera (61.251 metros cuadrados) fueron muy pretenciosas. Demasiado ambiciosas. "Incluía la desaparición del actual IES Gran Capitán, situado en el paseo de los Pontones”. Como contraprestación, se planteaba "una dotación escolar colindante con el colegio público Tomás Bretón, en una parcela de 10.000 metros cuadrados". Es decir, la fusión de los dos centros educativos.
Mahou se llevaría unos 245 millones en la operación. El Atlético, con una deuda de 440 millones a 30 de junio de 2006, de los que 180 son al fisco, obtendría poco más de 120 millones. Una cantidad por debajo del valor que se le supone al Calderón. Según el último balance del equipo, ascendería, dentro de las "participaciones en entidades del grupo", a 226.184.790 euros. El cálculo del edificio, de 40 años de antigüedad, es a 2.477 euros el metro cuadrado. "Tenemos que disminuir nuestra deuda", se limitan a decir en el equipo madrileño.
Pero ese mismo día, salta la libre y se conocen datos de varias décadas que dejan a todos anonadados: La venta del Calderón viene de lejos, casi desde que Jesús Gil ganó, en 1987, las últimas elecciones a la presidencia del cuadro rojiblanco a las que concurrió antes de convertirse en su accionista principal. A mediados de abril de 1989, el dirigente inició las negociaciones con Fernando Andrés, director de Deportes de la Comunidad de Madrid. Entonces no se evaluó el coste económico del traslado a La Peineta, estadio que aún no existía. Según aseguró Gil, con un estadio nuevo "el Atlético podría recuperar su identidad y disponer de unas instalaciones adecuadas para los entrenamientos de sus equipos, no sólo el de fútbol". Han pasado casi 20 años y la entidad ya no cuenta con secciones de balonmano, fútbol sala y baloncesto. Madrid tampoco celebrará los Juegos de 2012.
· (Julio de 2007). Gallardón veta la recalificación de los suelos de Mahou, porque estaban interesadas en marcharse de la región. Según palabras dichas: "No pienso dar el visto bueno a su recalificación, porque se marchan fuera de la región"

· (31/7/2007). Los colchoneros ingresarán por el suelo unos 260 millones de euros, pero asumirán unos gastos de 225 por la ampliación de La Peineta, la urbanización de la zona y el soterramiento de la M-30. Además, si Madrid organiza en 2016 los Juegos Olímpicos, el club pagará otros 20 millones para la pista de atletismo de La Peineta. El beneficio para el club será de entre 35 y 15 millones, una pequeña parte de los 130 de deuda que admite, aunque otras estimaciones cifran la deuda en 440 millones. Además, también a medias con Mahou, deberá pagar el 60% de las obras de soterramiento de la M-30: unos 40 millones cada uno (el coste total es de 140) y la totalidad de la urbanización de la zona (50 millones a pagar entre el club y Mahou a partes iguales).
Ese mismo día, otros hinchas, como José Luis Sánchez, de la Asociación Señales de Humo, agradecieron a Alberto Ruiz-Gallardón su "transparente hermetismo". También insistió en una idea: "El Atleti somos nosotros".
Sánchez metía el dedo en una herida que no ha cicatrizado. A la que pueden, las plataformas contrarias a la gestión del club hablan de su "apropiación indebida". Para los no entendidos, el 8 de julio de 2004 el Tribunal Supremo resolvió que "al acceder a la presidencia en 1987, Jesús Gil estaba decidido a hacer suyo el club, que entonces era una entidad deportiva. Para ello se dispuso a confundir el patrimonio del club con el suyo". La "mala situación económica" del club determinó que "fueran desarrolladas, hasta la intervención judicial, tareas de maquillaje de la contabilidad...", proseguía la sentencia. "El desembolso de dinero para la compra de las acciones fue ficticio pues efectuado el ingreso del dinero en la c/c correspondiente, fue seguidamente transferido a otra cuenta... Estos ingresos no tenían otra finalidad que aparentar el desembolso... Y que como consecuencia se hizo con el 95% del accionariado sin abonar nada...".
Aun así, el juez declaró prescrito el delito de apropiación indebida cometido por Gil y Cerezo. Anulaba la devolución al club rojiblanco de las 236.056 acciones en manos de los imputados, según recogía el fallo de la Sección Primera de la Audiencia Nacional del 14 de febrero de 2003. Dado que la querella de la fiscalía se interpuso el 19 de julio de 1999, habían transcurrido más de los cinco años de prescripción. Pese a la absolución, el Supremo "Después de pasar una auditoría interna durante dos temporadas, de pasar una intervención fiscal... Te queda la satisfacción de haber hecho las cosas relativamente bien", declaraba Gil Marín a finales del 2004.
¿Por qué no nos consultan si querernos irnos hasta allí?". La venta estaba siendo con nocturnidad y alevosía.
· (14/1/08). El 14 de enero de 2008 puede ser un día clave en la estructura del capital del Atlético de Madrid SAD. Ese día, el Juzgado de Primera Instancia número 74 de Madrid verá la impugnación presentada por un grupo de pequeños accionistas sobre los acuerdos tomados en la Junta General del Atlético de Madrid celebrada el 27 de junio de 2003, donde la familia Gil y Enrique Cerezo ratificaron su control absoluto sobre la sociedad rojiblanca.
Ese grupo de accionistas, en el que figura el ex jugador atlético Ignacio Salcedo, impugnó en esa Junta una ampliación de capital del Atlético de Madrid SAD, que valoró la acción a 49,89 euros. La ampliación tenía por objeto que los Gil y Cerezo pudieran recuperar el control del accionariado, diluyendo así el paquete que debía ser restituido por ellos tras la condena que en su día les impuso la Audiencia Nacional por apropiación indebida.
Para poder materializarla, aprobaron un canje de deuda -que la sentencia de la Audiencia Nacional explicita que no existe-, se constituyó el quórum de la Junta y se votó con unas acciones que aún no se habían desembolsado.
La presunta manipulación de la contabilidad de esas acciones logró encubrir la situación real de la entidad. En octubre de 2003 finalizó la ampliación del Atlético de Madrid y los Gil y Cerezo suscribieron en torno a 24.000 acciones, mientras que los minoritarios se hicieron con 13.680, sufriendo por ello unas minusvalías de 586.078 euros.
En caso de que ahora la Justicia dé la razón a este grupo de pequeños accionistas, la estructura del capital del Atlético de Madrid variaría considerablemente y el control de la sociedad colchonera recaería en los 21.000 accionistas que componen actualmente su capital social. De esa forma, los Gil y Cerezo perderían la mayoría y el control del Atlético de Madrid SAD. Hay que recordar que en enero de 2007 se incorporaron al capital del Atlético de Madrid SAD 18.450 nuevos accionistas, tras una operación de canje de deuda por una acción, «como reconocimiento a la fidelidad al club».
A días de hoy, no se conoce la sentencia por parte del Juzgado.
· (16/4/08). El Atlético no pretende ganar ni un euro en la operación pero tampoco queremos que nos cueste nada. Tan es así que, incluso, propuso hace seis meses, en el último encuentro, la permuta de su estadio por La Peineta. «Así de claro, sin complicaciones. Nosotros no participamos en los beneficios de la explotación inmobiliaria de la operación, pero tampoco pagamos la parte que nos corresponde por enterrar la M-30 ni la reforma de La Peineta ni la parcela. Cambiamos estadio por estadio. Nos da igual si acaban las obras en 2011 o 2016... Cuando las tengan terminadas hacemos la permuta», sentenciaron.
En resumen, se realizaría un cambio de estadio por estadio, no habrá beneficio para el club, no habrá dinero para cracks, no habrá equipo rico, no se saneará la deuda. ¿Nos interesa y sirve para algo está situación? Teniendo en cuenta la situación económica de hoy en día, ¿sería conveniente la ejecución de esta acción, sin sacar beneficio alguno? ¿Pensáis que hay muy poco que ganar, y por el contrario mucho que perder, teniendo un riesgo al declive sin sentido? Menudo negocio.

Continuará


Dar las gracias a TXEMA y COCHISE por su gran ayuda. Sin ellos, estos artículos no hubiesen sido posibles.

2 Motivos de un Sentimiento:

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

y todavía hay hinchas rojiblancos que siguen defiendo a los Giles o los Cerezos....

si leyeran este post, les quedaría bien clarito.

un abrazo.

Billie dijo...

Desgraciadamente son pocos los rojiblancos que prestan atención a estos temas, un día en la puerta 0 se armó follón, un tipo se encaró contra los que protestabamos, hubo jaleo pero nada, lo típico. Al rato me lo encuentro cuando iba acceder al campo, hablamos, el tío me dice que ya sabe que gil y cerezo son unos chorizos pero que por encima de todo está su atleti. Y así, muchos, miles, decenas de miles. Ya no es cuestión de poner sentido común es cuestión de "atleticopatia", un saludo Laura.



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